Las Grandes Prácticas

De El nuevo mensaje de Dios
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Meditación
Ir bajo la superficie de la mente para experimentar la presencia y la voluntad del Conocimiento dentro de nosotros.
Quietud
Practicamos aquietar la mente en todas las situaciones para ser capaces de ver con claridad y reconocer la verdad dentro de nosotros y de otros.
Escucha interna
Practicamos la escucha interna en nuestras interacciones en el mundo para discernir la verdad o los errores en nuestros pensamientos, nuestras decisiones y nuestras acciones y también en los de otros. Con esto, podemos empezar a discernir el movimiento del Conocimiento en nuestro interior y a nuestro alrededor.
Horaria
Paramos a cada hora para descansar nuestra mente, para reconocer dónde estamos y qué estamos haciendo y para ver si hay algo que el Conocimiento nos esté indicando que debemos ver, saber o hacer.
Ver
Practicamos el ver más allá de las restricciones de la mente, buscando una mayor percepción o entendimiento sobre situaciones, dilemas y conflictos que son por naturaleza de largo plazo, extendiéndose más allá del horizonte inmediato de nuestras vidas. De este modo, podemos sentir la dirección general de nuestro mundo y cómo debemos prepararnos ahora para las eventualidades del futuro. El ver puede implicar experiencias de notable percepción más allá de los parámetros normales de tiempo y espacio. Esta capacidad la hace posible el Conocimiento. Estas experiencias requieren continua contemplación y consideración.
Contemplación
Nos tomamos tiempo y la atención para considerar objetivamente el significado y el mérito de nuestras propias acciones y decisiones, de nuestras preguntas y necesidades, y de las acciones de otros. Además, practicamos el contemplar las experiencias del Conocimiento para entenderlas y saber cómo y cuándo actuar. Junto a esto, contemplamos ciertas áreas del Nuevo Mensaje que tienen un significado especial para nuestro estudio y desarrollo como personas del Nuevo Mensaje.
Discernimiento y discreción
Nos tomamos tiempo y la atención para discernir objetivamente lo que se encuentra ante nosotros y lo que estamos viendo en otros. Con la discreción, buscamos ser conscientes de nosotros mismos y saber lo que estamos diciendo y haciendo en cualquier situación. De este modo, mantenemos nuestra conexión interna con el Conocimiento mientras interactuamos con el mundo.
Toma de decisiones
Traemos las muchas preguntas y decisiones de nuestras vidas al Conocimiento, de modo que él pueda guiar nuestras acciones y dar forma a nuestras vidas para prepararnos para descubrir y seguir nuestro mayor propósito para estar en el mundo.
Los Cuatro Pilares
Nuestras vidas y nuestro propósito están construidos sobre Cuatro Pilares: el trabajo y la provisión, la salud mental y física, las relaciones y el desarrollo Espiritual. Unos Pilares fuertes nos permiten tener unos cimientos fuertes en nuestras vidas y tener libertad para un mayor servicio en el mundo. Reconocemos que no podemos circunvalar el desarrollo de ninguno de estos Cuatro Pilares, ni siquiera en servicio al Nuevo Mensaje.
La Torre de Observación (La Atalaya)
Cultivamos un sabio entendimiento del pasado y una profunda visión de nuestro futuro. Practicamos el mirar hacia delante para poder ver qué está viniendo en el horizonte de nuestro futuro inmediato y poder prepararnos para las eventualidades, las oportunidades y las dificultades de nuestras vidas. Esto nos permitirá preparando sabiamente para el futuro, usando el poder del Conocimiento que Dios nos ha dado.
Autoconocimiento
Cultivamos un grado más alto de honestidad y conciencia sobre nuestros pensamientos, sobre nuestros estados y la condición de nuestra mente y sobre la condición general de nuestra vida. Lo hacemos para poder hacer cambios constructivos en nuestras vidas y ser capaces y estar listos para participar en el mundo.